Ghalathea Sunseeker

Nombre Completo: Ghalathea Sunseeker
Elfa de Sangre - Caballero de Sangre
Edad: 216 años

Lugar de Nacimiento: Lunargenta - Quel'thalas
Alineamiento: Legal Bueno

Apariencia: La elfa de sangre es de altura promedio, con un cuerpo ni demasiado delgado, ni excesivamente musculoso. Posee algunas cicatrices a lo largo de su cuerpo, pero estás suelen estar cubiertas por la armadura que siempre porta consigo. Es de piel clara, y bajo aquel resplandor verde, sus ojos tomaban una tonalidad ámbar. Es de rostro amable, en forma de corazón, enmarcado en una extensa cabellera anaranjada. Es de expresión serena e imperturbable, la cual transmite calma a los aliados y cierto temor a sus oponentes. Aquella calma imperturbable es la que le ha válido el reconocimiento como "Los Ojos de la Esperanza".

Personalidad: Tenaz y perseverante, no se rinde ante nada ni nadie. De corazón noble y puro, luchará para sanar las heridas de los suyos. En extremo sobreprotectora, no tolera ver el sufrimiento de los otros, por lo que mantiene su expresión serena, intentando calmar a los demás. Por ello mismo, tampoco soporta que sus enemigos padezcan demasiado ante ella, prefiere acabar con ellos de forma rápida y certera. Es bastante justa y estricta con los que están a su cargo, a quienes intenta guiar en el camino de la Luz. Ferviente creyente en la Luz, no doblegaría ante nada su espíritu.

Historia:
Nacida en el seno de una familia común y corriente de Quel'thalas, la pequeña Ghalathea dedicó su infancia a corretear por los alrededores de su hogar, siendo una niña dulce y risueña. Al contar con 43 años, nació su hermano menor, Vaeldrin, quien al usurpar el puesto de "el pequeño de la casa" causó cierto recelo en la mayor de ambos. Queriendo entonces volverse alguien más notoria para sus padres, comenzó a estudiar magia incansablemente, pasando noches en vela con tal de perfeccionar su técnica. Quizás fue por pasar muchas horas de estudio y meditación, que comenzó en ella a surgir un interés en la Luz. Su pureza llamó la atención de la Sunseeker quien poco a poco abandonó lo meramente arcano para comenzar a profesar su fe en la Luz.
Con el pasar del tiempo, y mientras más practicaba, la elfa se alejaba poco a poco de su familia, manteniendo una correspondencia cada vez más espaciada. Cuando fuera formada la Mano de Plata, como varios de los suyos, se sumó a aquella orden de paladines, aprendiendo así un nuevo uso de la Luz, la cual se acercaba más a las firmes creencias de Ghalathea.
Algún tiempo después, ocurrió el ataque de La Plaga. Incluso desconsolada por la posible perdida de su familia, la Sunseeker continuó en aquella orden, desarrollando aún más su fanatismo por la Luz. El tiempo transcurrió, y fue designada a una misión en Terrallende, la cual decantó en una batalla donde se reencontraría con su hermano menor. Para su desgracia, allí observaría como el menor daría fin a las corruptas vidas de sus padres. Impactada por aquello, e intentando mantener la calma para el gran trauma que sería para su hermano, mantuvo una expresión serena, la cual mantiene hoy en día. Al ser desde entonces el rostro de la serenidad misma, algunos comenzaron a llamarle "Los Ojos de la Esperanza". Tras aquello, intentando buscar la manera de ayudar a su hermano, el cual había caído en la desesperación, la pelirroja solicitó asilo a los Arúspices, quienes permitieron a la elfa alojarse allí mientras ella ayudaba al menor de los Sunseeker. A pesar de los primeros intentos, este no pudo utilizar la Luz, por lo que la mayor le ayudó en todo lo que pudo, para que este pudiera seguir aquel camino.
Una vez recobrada la Fuente del Sol, y tras ambos hermanos tomar fuerzas desde allí, Ghalathea presentó a Vaeldrin ante Lady Liadrin, quien le ofreció un lugar entre los suyos al menor. Si bien este no aceptó ser uno, es un compañero de su hermana, desde entonces y en adelante, ambos hermanos continuarían velando el uno por el otro.

Imagen del Personaje:

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